En una finca de quince caballerías situada en el lado suroeste del Parque Nacional Yaxhá-Nakum-Naranjo se está preparando el terreno para un proyecto ganadero y ecoturístico. Ni la demanda interpuesta por el Consejo Nacional de Áreas Protegidas pues se realizan obras en la Reserva Natural de la Biósfera Maya sin su autorización, ni el dictamen negativo a la aprobación del Estudio de Impacto Ambiental, han frenado los trabajos en lo que se entrevé un caso de tráfico de influencias donde el exministro de Comunicaciones, Alejandro Sinibaldi, aparece detrás.
La Laguna de Sacnab está en calma. No hay ni una sola persona cerca de este remanso de agua de 4 kilómetros cuadrados en la parte posterior de Yaxhá, el segundo sitio arqueológico de la civilización maya más visitado de Petén. A excepción de unos pocos pájaros, un cocodrilo avanzando sigiloso y el sonido de los remos tratando de hacer avanzar un cayuco, todo está en silencio. Al fondo se ven las montañas de bosque alto, que forman parte de la Reserva Natural de la Biósfera Maya. Si uno atravesara la selva desde el extremo norte de esta laguna, veinte kilómetros al este, llegaría a Melchor de Mencos, municipio fronterizo con Belice.
Pero conforme el cayuco avanza, el silencio es interrumpido por el sonido sordo y estridente de una sierra eléctrica cortando madera. Sólo hace falta mirar hacia la ribera derecha de la laguna, de donde proviene el ruido, para observar los estragos: decenas de árboles fueron talados y solo se ven sus bases agrietadas, rodeadas de rastrojos de madera; una nueva y extensa calzada de piedrín y tierra bordea la mitad de la laguna Sacnab y un gran montículo de tierra ocupa lo que hace poco fue asimismo verde.
El terreno donde se están efectuando los trabajos es parte integrante de una propiedad privada de 15 caballerías, conocida como la Finca Fischer, que fue vendida hace un año por esta familia a una sociedad anónima. Si bien, en la zona, son secretos a voces que el presente propietario del terreno es el exministro de comunicaciones, Alejandro Sinibaldi Aparicio, recién proclamado aspirante presidencial del Partido Patriota para las elecciones de 2015; o que, en cualquier caso, por la celeridad con la que se han desarrollado las obras —en un año se han extendido ya a dos caballerías— el nuevo dueño debe ser alguien muy poderoso. “Las comunidades han respetado los reglamentos del Parque (Yaxhá-Nakum-Naranjo), y los grandes pueden venir y hacer lo que les da la real gana. Ha de ser un gran terrateniente para, en un año, tenerlo como lo tiene de avanzando. Lo que la gente dice es que es de Sinibaldi, que lo han visto llegar en helicóptero”, cuenta Manola Lima, alcaldesa ayudar de La Máquina, la aldea más próxima a Yaxhá.
La demanda que CONAP presentó hace un año
Esta finca, situada al sur este del Parque Nacional Yaxhá-Nakum-Naranjo, se encuentra limitada en la zona de usos múltiples de la Reserva Natural de la Biósfera Maya desde mil novecientos noventa, cuando fue aprobado el Decreto Legislativo cinco-noventa que reguló esta reserva, en un intento del Estado de resguardar la mayor extensión de bosque de Centroamérica. El Consejo Nacional de Aéreas Protegidas (CONAP) se estableció como el ente rector de las áreas protegidas y en base a la Ley de Áreas Protegidas (decreto 4-ochenta y nueve), y es el encargado de dar el visto bueno a cualquier tipo de actividad que se realice en una de estas reservas. Según el plan profesor de la Biósfera Maya, en la zona de usos múltiples se busca desincentivar la ganadería y fomentar el uso sostenido de los recursos naturales.
El 30 de julio de 2013, la dirección del Parque Nacional, encargada a el CONAP, escribió el primer informe sobre las actividades que se habían empezado a efectuar en la Finca Fischer sin contar con una autorización del Consejo. En este informe se detalla la construcción de dos zanjas, una de ellas de cincuenta metros, ubicada en el borde de la laguna, que desviaba agua cara la finca y que, conforme un trabajador entrevistado, se trataban de abrevaderos para ganado. Además, se detalla la construcción de una segunda zanja de quinientos metros de largo por dos de ancho.
En base a las últimas imágenes satelitales registradas por Google Earth, de abril de 2014, la que en un comienzo era una zanja, ahora es una carretera que ya alcanza los siete kilómetros. La otra zanja construida a orillas de Sacnab para los abrevaderos de ganado se inundó tras la subida del nivel del agua de la laguna.
Gerson Elías Alvarado Chay, directivo técnico general del CONAP Zona VIII, Petén, explica que debido a que estas actividades se estaban realizando sin contar con una investigación de impacto ambiental requerido, el Consejo presentó una demanda en la fiscalía distrital del Ministerio Público (MP) de San Benito en el mes de agosto de 2013. El ocho de agosto, el MP solicitó un allanamiento a la finca, que se realizó al día siguiente, donde se determinó, conforme el expediente del MP, la “tala de especies propias del área inundable de la laguna de Sacnab”, y que “el escarbado en la orilla de la laguna afectó a especies como tul y mape” (sic). No obstante, un año después de que esta finca fuera allanada, el MP aún no ha establecido quién es el dueño de la propiedad. Según Williamson Estuardo Gómez Castillo, agente de la fiscalía de Delitos contra el Ambiente de San Benito, están aún a la espera de percibir información del Registro de Información Catastral (RIC) y del Registro de la Propiedad y que el paso siguiente será “judicializar el caso”.