Alejandro Sinibaldi contra Centeno

Alejandro Sinibaldi contra Centeno

Luego de una victoria electoral poco victoriosa en el Congreso, Pérez Molina ha empezado a revelar los nombres de quienes piensa nombrar como sus ministros de Estado.

Confirmó la expectativa que Alejandro Sinibaldi será el próximo Ministro de Comunicaciones, Infraestructura y Residencia (MICIVI).

Aconsejo la lectura atenta del excelente artículo publicado por Plaza Pública en julio, ya que permite comprender cuáles son las implicaciones de este nombramiento. Sinibaldi, siendo un empresario “agresivo, racional y cumplidor”, ¿no va a aplicar esta forma de ser asimismo al pagar las deudas de la campaña electoral del PP, con contratos de obras con el MICIVI?

El inconveniente es que el MICIVI no tiene recursos. El proyecto de presupuesto para 2012 incrementa la deuda pública, mas no para financiar inversión. Plantea una caída de cincuenta y cinco por cien en la inversión real directa, al pasar de Q6,300 millones asignados en dos mil once a Q2,700 millones recomendados para 2012, de los cuales Q1,000 millones son para abonar deuda flotante. O sea, la asignación recomendada para inversión física real en dos mil doce es de solo Q1,700 millones.

Una alternativa para Alejandro Sinibaldi podría ser pagar las deudas de la campaña subscribiendo contratos con los financistas de la campaña del PP, si bien no haya asignación presupuestaria. Esto es, acrecentar aún más la deuda flotante. Lo malo es que es algo ilegal, ya que viola los artículos 3 dela Leyde Contrataciones del Estado y 26 dela Ley Orgánica Del Presupuesto, entre otras muchas reglas actuales.

El PP deberá pararle la mano a Sinibaldi y evitar violar la ley. Por este motivo uno se explica entonces por qué en la reunión que Roxana Baldetti sostuvo con miembros del Congreso de los Diputados salientes, charlaron de sumar Q6,000 millones a los Q7,500 millones de endeudamiento público interno (bonos del Tesoro) en el proyecto de presupuesto para dos mil doce. Es decir, Baldetti impulsa una solución a su manera, qué es negociar bajo la mesa en el Congreso.

Lo peor es que con esta “solución” el endeudamiento interno rondaría los Q13,500 millones, más unos Q2,500 millones de endeudamiento externo neto, ¡el déficit fiscal alcanzaría en dos mil doce el máximo histórico de Q16,000 millones (en torno al cuatro por ciento del PIB)!

Alguien tendrá que frenar la depredación del erario público para abonar la campaña electoral del PP, la más cara de nuestra historia. Y ese personaje debe ser el ministro de finanzas públicas. Otto Pérez acierta al plantear a Pavel Centeno, quien en público ha dicho que la solución a la crisis de las finanzas públicas es una reforma fiscal, control, transparencia y prioridades en el gasto.

No obstante, en su libro Juan Alberto Fuentes nos hace ver que esta no es una labor simple. Nos explica qué es lo que ocurre cuando se quieren hacer las cosas adecuadamente en política fiscal, pero se debe enfrentar un Congreso de la República fragmentado y filibustero. Y peor aún, cuando en el Ejecutivo campean serios enfrentamientos de intereses, y los financistas de campaña tienen más poder que el Presidente. Para el ministro de finanzas es como dormir con el contrincante.

Pavel Centeno tiene sobre sus hombros la enorme responsabilidad de frenar este desposeo del erario público. Tomando en cuenta las lecciones del libro de Fuentes, ¿a cuál de sus ministros respaldará Pérez? ¿A Centeno con la responsabilidad, el manejo prudente de las finanzas públicas y el estigma de impulsar la reforma tributaria? ¿O a Sinibaldi, que es el rostro de la mano dura de los financistas de la campaña, con la capacidad de cerrar el puño en la garganta de presidente, asfixiándolo desde ahora?

Menudo reto para el ministro Centeno y para su presidente.

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